¿Quién no ha sentido en un partido ansiedad, impotencia o rabia? Las emociones nos acompañan en nuestro día a día y se hacen especialmente visibles en determinadas situaciones. Que estas emociones aparezcan durante un partido es algo difícil de evitar pero sí se pueden dominar. ¿Cómo? Hoy en Time2Padel, tu tienda de padel online con las mejor ofertas de padel, os explicamos cómo controlar las emociones negativas en el padel.
Emociones negativas más habituales durante un partido de padel
Es importante hacer un buen entrenamiento mental que nos ayude a evitar los pensamientos negativos y que las emociones, también negativas, nos invadan. Llevar mucho tiempo preparando un torneo y que las cosas no salgan según lo esperado nos generará ansiedad, que nuestro rival sea superior o ese día nos gane con facilidad provocará impotencia, y un cúmulo de circunstancias adversas podrán hacer que sintamos rabia y nos enfademos con nosotros mismos, con terceras personas o incluso con nuestro compañero. Todas estas emociones las sentiremos irremediablemente durante algún partido y perjudicarán en nuestro juego por lo que es muy importante aprender a manejarlas.
Ansiedad: La ansiedad es una emoción que engloba un amplio número de sensaciones que nos impedirán jugar con normalidad. Sentiremos miedo, inseguridad, preocupación y otras emociones que no nos dejarán jugar y perjudicarán nuestro juego. La ansiedad bloqueará nuestro cuerpo pues este la recibirá como una señal de alerta viendo la huida como única vía de salida. La ansiedad llenará nuestros pensamientos de negatividad y los golpes que normalmente nos parecen fáciles se volverán muy complicados.
Impotencia: La impotencia suele aparecer cuando un rival nos está ganando con gran superioridad y todos nuestros esfuerzos parecen no servir o cuando no nos sale nada según lo esperado. Ante esta sensación solemos reaccionar con desgana, jugando sin motivación y dándolo todo por perdido. En el padel, al igual que en otros deportes, hay que luchar cada punto como si fuese el último y poner de nuestra parte para conseguir dar la vuelta a un marcador desfavorable por lo que esta sensación no nos servirá de nada y nos hará, finalmente, perder un partido que igual con ganas e ilusión habríamos conseguido remontar o al menor aprender de nuestros errores para otra ocasión.
Rabia: Puede ser el segundo paso tras las frustración o producirse por algún factor externo. La impotencia de que nada salga según lo esperado puede originar un enfado con nosotros mismos e incluso con nuestro compañero. Algo que debemos de evitar pues siempre debemos de intentar que la comunicación y nuestra relación con él sea fluida porque es uno de los pilares más importantes de nuestro juego. Esta rabia también puede venir propiciada por factores externos como el público. En las gradas hay gente que quiere disfrutar del espectáculo y otros que solo quieren incordiar a los jugadores, es importante ignorar a estos segundos pues en caso contrario nos puede caer alguna sanción como en el caso del jugador Fernando Belasteguín, que juega con la pala de padel Head Tornado Bela, y su compañero Pablo Lima que fueron sancionados por responder inadecuadamente tras los insultos recibidos desde la grada.
Cómo controlar las emociones negativas que sentimos durante un partido de padel
Para evitar o al menos controlar este tipo de emociones negativas es conveniente realizar una serie de ejercicios antes, durante y después de los partidos además de planificar y realizar un correcto entrenamiento mental que nos ayude a mantener la concentración y alejar los pensamientos negativos.
Respiración: Este ejercicio lo puedes realizar antes, durante o después de cada partido. Para ello basta con inspirar profundamente, mantener la respiración mientras contamos hasta cinco y soltar el aire lentamente mientras contamos hasta 10. Es fundamental que te concentres en el ejercicio para así estar ajeno a todo durante unos segundos. Si la primera vez no has conseguido estar del todo relajado, inténtalo de nuevo otra vez siguiendo el mismo proceso.
Relajación: Relajar nuestro cuerpo puede ser también una técnica apropiada para relajar también nuestra mente. Basta con sentarte cómodamente con los ojos cerrados y relajar poco a poco nuestros músculos para finalmente imaginarnos en una situación relajante, en un lugar que nos transmita paz…
Positivismo: Cuando las emociones negativas invaden nuestros pensamientos estos también pasan a estar cargados de negatividad. Para evitarlo trataremos de sustituirlos por otros positivos y cambiar el “no puedo” por el “si lo intento, lo lograré”.
Seguridad: A veces antes de un partido ya nos invade el miedo y la inseguridad llama a nuestra puerta. Es difícil afrontar un partido si entramos en la pista pensando ya que no lo vamos a conseguir. Una técnica fácil de realizar y que nos ayudará a coger seguridad es imaginándonos la situación con un rendimiento satisfactorio. Es decir, imaginar en nuestra cabeza que estamos en el partido y que conseguimos realizar ese golpe que llevamos tanto tiempo entrenando, que llegamos a las bolas más difíciles o que conseguimos hacer a la perfección la contrapared. Viéndonos realizar los golpes en nuestra cabeza asumimos que son posibles y entraremos con mayor seguridad en la pista.
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