Normalmente se originan cuando realizamos movimientos poco frecuentes por lo que se pueden evitar entrenando los músculos; concretamente aquellos en los que tenemos agujetas con mayor facilidad. También es aconsejable para prevenirlas realizar estiramientos antes y después del entrenamiento o partido.
Pero sí ya es tarde para prevenirlas también existen remedios para eliminarlas antes, desde luego ningún milagro. Tomar agua con azúcar no forma parte de estos “remedios” que atenúan nuestro dolor, esto es tan sólo un falso mito; algo que realmente funciona es colocar tras el entrenamiento hielo durante 10 minutos en la zona en la que normalmente tenemos agujetas durante unas dos o tres veces.
Como decimos lo mejor es realizar unos buenos estiramientos, pero también podemos darnos una buena ducha en agua fría o tomar una aspirina. Huelga decir que esto último no podremos realizarlo a diario, será más bien un remedio en caso de emergencia. Lo importante es que entrenes con cierta regularidad, calientes muy bien antes y después de los partidos y que si tiene agujetas realices ese día, dentro de tus posibilidades, un entrenamiento a un nivel inferior.
En principio no es necesario guardar un reposo absoluto, salvo que el dolor sea muy exagerado; si no más bien realizar un ejercicio aeróbico suave para fortalecer los músculos. Algunos ejercicios que te vendrán bien serán las carreras, caminar, nadar o andar en bicicleta.
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