En el pádel todo cuenta y hay numerosas situaciones y problemas que podemos solventar siguiendo solo unos simples pasos. Si hace unos días os traíamos unos consejos para una alimentación saludable y beneficiosa para practicar pádel, hoy en Time2Padel os desvelamos algunos trucos para salir airosos de partidos en los que nos enfrentemos a un rival zurdo.
Jugadores zurdos de padel
Ser zurdo en una pista de pádel puede poner en apuros a los rivales si se sabe gestionar esta ventaja. Y digo que se ha de saber aprovechar porque generalmente, cuando un jugador zurdo se inicia en la práctica de pádel, se sitúa en el lado izquierdo de la pista para facilitar así la devolución del saque con la zurda, su mano buena. Sin embargo esta posición no le permitirá desplegar todos los recursos de su juego. En cambio, si desarrolla su juego en el lado derecho de la pista podrá realizar la mayoría de los golpes, excepto la devolución del saque, con su mano hábil.
Ser compañero de pista de un jugador zurdo también te aporta una serie de beneficios como por ejemplo un menor desgaste físico al ocupar el 50% del espacio aéreo cada uno. Y aunque al principio puede costar acostumbrarse a compartir el centro de la pista con otro jugador que también puede pegarle con su mano buena en este espacio, pronto este problema desaparecerá para convertirse en el punto fuerte de la pareja, pues cualquiera de los dos podrá definir con comodidad, cosa que no sucedería si ambos jugadores fuesen diestros. La gran combinación entre un jugador diestro y otro zurdo se plasma en parejas profesionales como la formada por Belasteguín y Juan Martín Díaz durante más de una década o, en la actualidad, el tándem Belasteguín y Pablo Lima o Juan Martín Díaz y Juani Mieres.
Consejos para jugar al padel contra un rival zurdo
En cambio enfrentarse a un jugador cuya mano hábil es la izquierda puede resultar todo un quebradero de cabeza. Tanto en los entrenamientos como en los partidos lo habitual es enfrentarse a jugadores diestros, teniendo claro los golpes a realizar para resultar vencedor. Sin embargo, si nos medimos a un oponente zurdo, esta dinámica cambia, pues los envíos al centro en lugar de incomodarle resultarán en un 90% de los casos, punto vencedor. Otra de las situaciones en las que se ha de tener cuidado es cuando un jugador zurdo golpea la bola contra la pared, pues el efecto se producirá en el sentido contrario al habitual.
Por todos estos motivos es necesario practicar contra todo tipo de oponentes y golpes para poder reaccionar de manera eficiente. Otro punto importante y que no debemos olvidar es el calentamiento con nuestro rival antes de un partido, momento perfecto para conocer algunas claves de su juego pero, especialmente, para determinar cuál es su mano hábil y saber cuáles son sus puntos débiles. Una vez en el partido es importante no esperar a que la bola llegue a nuestra posición sino acompañarla para que, si rebota en la pared, el efecto no nos perjudique o lo haga en la menor medida posible. Para eso debemos de tener en cuenta de dónde viene (revés, drive…) y cómo viene (cruzada, alta…).
Si juegas en el revés y te enfrentas a un zurdo, en defensa has de usar pelotas bajas y paralelas enviadas a su revés para evitar sorpresas y si decides hacer un globo ha de ser rápido para que no consiga realizar una bandeja o remate. Para atacar desde el revés la mejor opción es una volea de derecha en paralelo a las dos paredes, un golpe difícil de devolver para los oponentes zurdos.
Si por el contrario te sitúas en el lado derecho de la pista, las bolas han de ir cruzadas y bajas para evitar que use su derecha. Otra opción es realizar globos cruzados o paralelos al revés del oponente, pues si efectúas el golpe hacia el centro de la pista, cualquiera de los jugadores de la pareja rival podría solventar con suficiencia la devolución. En el ataque la mejor opción es saber valerse de la pared lateral y de fondo para obligarle a usar su revés.
Con estos sencillos trucos y un poco de práctica pronto podrás adaptarte al estilo de un jugador zurdo y salir vencedor del enfrentamiento. El pádel y las diferentes lecciones que se pueden aprender para mejorar en el juego necesitan un periodo de adaptación. Por lo que ármate de paciencia, practica y, cómo no, ¡diviértete!
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