El tiempo de vacaciones en Navidad es relativamente corto pero sin embargo es suficiente para olvidarnos de la actividad física y perder la forma pues combina el sedentarismo con repetidas y copiosas comidas que también pesarán sobre nuestra forma física y que una vez finalizadas las vacaciones nos harán pensar, ¿y ahora qué? Hoy en la tienda de padel online Time2Padel os damos algunos consejos para no perder o recuperar lo antes posible nuestro juego tras la Navidad.
La Navidad pasará factura en nuestra forma física al volver jugar al padel
La Navidad es una época en la que aprovechamos para descansar disfrutando además de numerosas comidas con compañeros de trabajo, amigos o familiares. Unos días que todos ansiamos pero que nos van a pasar factura a la hora de volver a la rutina de la actividad física. Y es que rara vez en estas fechas mantenemos nuestros hábitos de ejercicio y los tres días de la semana que dedicábamos a jugar al padel, running o simplemente caminar se reducen a algún partido esporádico con los amigos.
Para volver a la rutina sin que nuestro cuerpo lo note demasiado y vuelva poco a poco a la forma y condición en la que estaba antes del parón debemos de seguir unas normas fáciles de cumplir pero que debemos aplicar con constancia y responsabilidad. Recuerda que es mejor hacerlo poco a poco e inicia la recuperación con suavidad, al fin y al cabo han sido dos o tres semanas sin ningún ejercicio con lo que cualquier actividad que hagamos nos va ayudar. Empieza por aquellas actividades más completas que nos van a dar un resultado más rápido como el running o el ciclismo para luego centrarnos ya en el padel.
Qué hacer para volver a jugar al padel tras el parón navideño
Mantente activo. Sí, estabas deseando este descanso y tener unos días para disfrutar de la comodidad del sofá sin más salida que con motivo de alguna celebración con la familia o los amigos. Pero al fin y al cabo el deporte también es algo divertido y la mejor forma de recuperar cuanto antes nuestra condición física tras las vacaciones es no perderla del todo. Para ello realiza alguna actividad que te permita mantenerte a un buen nivel. Algunas actividades recomendables son running, natación, ciclismo, por supuesto algún partido de padel o, más típico para estas fechas, esquí. Cualquier actividad por pequeña o diferente a la que realizamos normalmente que sea nos ayudará en este objetivo.
Entrenamiento. Las clases de padel con un monitor adecuado son la clave para jugar mejor e ir aumentando nuestro nivel. Sin embargo tras un parón navideño dedica las clases posteriores a repasar todo lo aprendido hasta la fecha para refrescar la memoria y volver a la actividad con algo que ya conoces.
Sobreesfuerzo. Una, dos, tres semanas o el tiempo que sea sin realizar ninguna actividad física hará que nuestro cuerpo se resienta tras un periodo de inactividad por eso es conveniente realizar los ejercicios que nos hayamos planteado para ir recuperando la forma pero hacer caso a nuestro cuerpo y si vemos que en algún momento le estamos exigiendo demasiado o este nos envía señales claras de que algo va mal, lo mejor es dejarlo y descansar de cara a la próxima sesión. Por forzar nuestro cuerpo podemos exponernos a estar más tiempo de baja sin poder jugar.
Alimentación. Tras estas fechas de excesos, volver a la normalidad es también volver a una dieta sana y equilibrada que nos permita estar sanos y mejorar nuestras habilidades físicas. Para ello debemos de cuidar nuestra alimentación y evitar comidas muy copiosas para así recuperar la forma física anterior la Navidad.
Paciencia. Dos o tres semanas sin realizar ejercicio físico pasarán factura a nuestro cuerpo y necesitaremos de una buena planificación para ir recuperando poco a poco la forma. Por eso no te desesperes e intentes apurar más los plazos. En unas semanas volverás a la condición física que querías. Es innecesario realizar dobles sesiones o un trabajo muy intenso que puede desencadenar en una lesión.
Tanto el tiempo como la intensidad de estos entrenamientos te lo marcas tú pero ambas variables han de ser sustancialmente menores a las que realizamos habitualmente en un entrenamiento regular.