X

Historia del Pádel, Capí­tulo I: El origen y nacimiento del padel

En la actualidad son muchos los aficionados al padel, cada vez más, atraí­dos por sus múltiples atractivos y beneficios de un deporte que cautiva allá donde va pero pocos saben el origen de esta disciplina. ¿Eres de los que desconoce qué se debe su nombre y de dónde procede este deporte que nos ha conquistado a todos? Hoy en Time2Padel iniciamos esta serie de episodios centrados en su historia y evolución hablando del origen y nacimiento del pádel.

Nueva York, primeros antecedentes del pádel

Aunque existen diferentes versiones sobre la naturaleza de este deporte, parece que hay una que vence por credibilidad siendo la aceptada por la Federación Española de Pádel que sitúa en el Siglo XIX las raí­ces de esta disciplina con una actividad que se realizaba sobre la borda de los barcos ingleses para entretener a los pasajeros.

Ya en el siglo XX en Nueva York se popularizarí­a el paddle tennis que debí­a su nombre a la pala empleada para golpear la pelota y que se practicaba en los parques de la ciudad. Con el tiempo esta actividad fue variando introduciendo mejoras que facilitasen el juego como por ejemplo con la incorporación de vallas metálicas que evitasen la salida de la bola, además se empezó a jugar por parejas y con el tiempo se incluyó una superficie de madera para evitar desniveles en el terreno pasándose a llamar a partir de entonces Platform Tennis.

El mexicano Enrique Corcuera fue el creador del pádel

Estos antecedentes no eran sino actividades que, lejos de ser el origen del deporte actual, sirvieron para asentar las bases e inspirar a su creador para crear una nueva disciplina. Y esta persona no fue otro que el empresario mexicano Enrique Corcuera quien, a finales de los años 60, decidió coger como referencia el Platform Tennis para hacer algunas variaciones en una pista de frontón que tení­a en su propiedad añadiéndole otra pared frontal y una red además de cercar las dimensiones de la pista con una valla ofreciendo la versión más similar al pádel de hoy en dí­a.

Sin embargo el encargado de introducir pequeñas mejoras hasta llegar al deporte que hoy en dí­a todos conocemos y practicamos fue Alfonso de Hohenlohe quien visita a Corcuera en México y descubre la nueva modalidad creada por su amigo y se interesa por exportarlo a su paí­s de residencia, España. Una vez en nuestro paí­s, Alfonso de Hohenlohe aplica estas variaciones tanto en el reglamento como en las caracterí­sticas de la pista de juego, y ordena la construcción de algunas pistas en el Marbella Club, complejo hotelero de su propiedad.

De Marbella el pádel da el salto a Argentina

Será en los cí­rculos de la clase alta donde se popularice esta nueva modalidad por la ubicación de estas primeras pistas pero pronto se construirán más terrenos de juego en toda la pení­nsula extendiendo su práctica a todo el paí­s y a todas las clases sociales. Un deporte que conquistó al público por ofrecer grandes atractivos, siendo una actividad social, saludable que además aportaba ese toque de originalidad con la incorporación de las paredes en el juego ofreciendo así­ muchas más posibilidades.

Sin embargo, en Marbella no solo se consiguió atraer al público español sino que el pádel conquistó a numerosos argentinos que pasaban su periodo de vacaciones en la ciudad y que, una vez de vuelta en el paí­s argentino decidieron exportar el deporte con la fabricación de pistas de padel por todo el paí­s consiguiendo pronto numerosos adeptos.

La creación del deporte tal y como se conoce hoy en dí­a en España y su rápida propagación por el paí­s argentino explican de alguna manera que el ranking actual del World Padel Tour esté plagado por jugadores de ambas nacionalidades aunque la proyección internacional de este deporte y su evolución en los últimos años auguran un cambio en esta tendencia. Una evolución que trataremos en el siguiente episodio de esta serie para conocer más fondo la historia del pádel.

 

admin: