El pádel es un deporte de raqueta al que generalmente se juega por parejas y que cada vez se va extendiendo y popularizando más. Un auge que hace que continuamente sean más jugadores los que se interesan por esta actividad surgiendo más modalidades como el pádel individual o el pádel cruzado.
Es muy probable que alguna vez no hayas conseguido pareja para echar un partido o que simplemente quieras iniciarte en este deporte y te hayas preguntado: ¿Se puede jugar al pádel uno contra uno? La respuesta es sí.
La popularización de este deporte ha hecho que surjan algunas variantes debido también a la imposibilidad de encontrar gente suficiente para un partido por parejas. Estas categorías no están reglamentadas y por ello no existen torneos profesionales de las mismas, pero son opciones muy asequibles para cuando quieras practicar pádel y no puedas cuadrar horarios con más personas o incluso si te gusta más alguna de estas modalidades.
Pádel individual
Las reglas del pádel individual son exactamente las mismas que su modalidad habitual: se cuentan igual los puntos, se saca igual, etc., únicamente cambia el número de jugadores y requiere de una adaptación en las medidas de la pista de pádel, es decir, de nuevas instalaciones. En vez del clásico 20×10, las medidas de la pista son 20×6, se mantiene el largo, pero son un poco más estrechas. De esta manera, puede resultar sencillo cubrirla completamente si te colocas bien.
Los demás elementos como la altura de red, medidas de los cristales, etc, son equivalentes los habituales.
Esta modalidad es muy útil para mejorar la técnica individual en el juego porque se requiere más control y unos golpes más perfeccionados. Sirve para mejorar los remates, los globos o los golpes de fondo. Al ser un campo menos amplio, se necesita mayor precisión en los golpeos para que la pelota no se te vaya al cristal. Además, la intensidad física es mayor, por lo que se mejora también la resistencia.
Un aspecto fundamental es que estarás solo ante el peligro, en el pádel la motivación y concentración son elementos muy importantes que influyen sin duda en el resultado final. Al no contar con una pareja, todo va a depender de ti únicamente, jugar individualmente ayuda a reforzar el carácter necesario para levantar un partido que parece perdido.
Hay que tener en cuenta que en este tipo de campos es casi imposible subir a la volea. A diferencia del pádel por parejas, en esta modalidad no se puede cubrir la mayoría del espacio cuando subes a la red, por lo que al hacerlo tienes que estar muy seguro y con confianza para no perder el punto. Tu golpe debe ser muy profundo y difícil de llegar para que el contrincante no pueda devolverlo con precisión.
Una peculiaridad en esta variante de pádel es que al entrar en la pista se produce en los jugadores una extraña sensación producida al encontrar los cristales más cerca.
Pádel cruzado
Dos jugadores también pueden jugar en una pista tradicional con las medidas clásicas. Se trata del pádel cruzado, muy accesible si no tienes unas pistas de pádel individual cerca que no suelen ser muy comunes.
En esta modalidad solamente se tiene que jugar de forma diagonal o como su nombre indica, cruzado, es decir, solo será válido cuando la pelota golpea en la otra mitad respecto a donde se encuentra el jugador. los jugadores dirigirán la bola en dirección diagonal o cruzada respecto a la suya propia y las áreas se irán alternando: parte derecha en los puntos pares e izquierda en los impares.
Son tipos de juegos muy diferentes al por parejas. Todo depende de gustos, cada modalidad tiene unas características que la hacen única. Por parejas siempre estará el buen rollo que se genera entre los cuatro, la competitividad, la estrategia y complicidad con el compañero, etc. Individual es algo diferente, con sus ventajas también, al jugar solo todo depende de ti y no tendrás a un compañero que falle una bola importante. Solo tú decides cuando hacer un globo, subir a la red o rematar.
Ventajas de jugar al pádel uno contra uno
Las ventajas de jugar al pádel individual o cruzado son muchas, entre las que podemos destacar las siguientes:
Principalmente, son perfectas para cuando no tienes compañero o pareja contrincante. Se acabaron las tardes perdidas en las que no juegas al pádel por no encontrar cuatro jugadores, con tener rival es suficiente. Es más fácil montar una pachanga rápida.
Como hemos dicho antes, mejoran tu técnica porque tocas la bola constantemente. Además, cuando juegas cruzado te obligas a meterla dentro de un cuadrante únicamente, por lo que tus golpeos deben ser más precisos. Siempre tocas bola al contrario que en el pádel en parejas por lo que se hace un juego muy divertido y ameno, pero, sobre todo, más intenso.
Este tipo de pista va muy bien a modo de entrenamiento, para afinar determinados golpes, ya que te exige algo más de control. Hay que precisar más para que no se vaya a los laterales y te brindan la oportunidad perfecta para poder practicar todo tipo de golpes y movimientos.
Mejoran también la condición física, al no tener un compañero que te haga la cobertura y que cubra la otra mitad de la pista, tienes que ocuparte tú de todas las bolas por lo que incrementas la resistencia.
En definitiva, son modalidades alternativas al pádel por parejas muy válidas con las que podrás desarrollar al máximo tu juego y practicar pádel cuando no encuentres pareja para tus entrenamientos.