El ritmo es uno de los aspectos importantes a tener en cuenta en los partidos de padel. Tanto si nos gusta jugar pelotas lentas como si nos decantamos por un juego más rápido y agresivo, debemos de imponer nosotros el ritmo para conseguir jugar el partido que queremos y no el que quieren nuestros rivales. Hoy en la tienda de padel online Time2Padel os damos algunos consejos para recuperar tu juego cuando te bajan el ritmo en padel.
Cómo jugar cuando nos bajan el ritmo en padel
Una de las claves para ganar un partido en la mayoría de las disciplinas es que el ritmo lo pongas tú. Es decir, analiza a tus rivales, analiza tu juego y determina si es más conveniente un partido repleto de golpes rápidos y potentes como los que te ofrece la Nox ML Stinger 2.1 Legend o por el contrario es mejor ralentizar el juego. La cuestión es que trates de imponer el ritmo que mejor se adapte a tu estilo de juego y a tus capacidades. En el momento en el que caigas en el ritmo que te imponga el rival tendrás más difícil conseguir la victoria. Sin embargo en ocasiones es irremediable y nos cuesta recuperar nuestro juego, con el que nos sentimos cómodos y los resultados son los que queremos, el entrenamiento mental va a ser más fundamental de lo que crees en estas situaciones.
Es evidente que si estamos jugando a un ritmo alto con pelotas veloces y movimientos rápidos y nuestro rival, lejos de adaptarse a este ritmo en el que nosotros nos encontramos cómodos y dominando tanto en la pista como en el marcador, nos ralentiza el ritmo de juego, nos resultará más difícil conseguir ventajas y adaptarnos a la nueva situación que se nos presenta. Porque hemos pasado de una situación dominante a otra en la que no nos encontramos igual de cómodos.
En estas circunstancias existe una clave fundamental: la concentración. Entrenar la concentración como una parte del entrenamiento más de la rutina de cualquier jugador de padel es siempre esencial pero además en estos casos va a adquirir un papel más relevante todavía. Porque acostumbrados a un juego en el que la bola va a tanta velocidad que no te da tiempo a pensar en otra cosa que no sea la pelota, en la que haces todos los gestos casi de manera automática, vamos a pasar a otro tipo de juego en el que los rivales nos devuelven pelotas muy lentas, dándonos tiempo para pensar en la dirección, la profundidad… en definitiva a contemplar cosas que antes no pensábamos y provocar nuestro error.
Esta situación que nos hará perder puntos y fallar bolas fáciles por falta de concentración tendrá un problema asociado y es que al ver que no conseguimos ganar como habíamos hecho hasta el momento trataremos de volver al ritmo que habíamos impuesto anteriormente enviando bolas potentes y arriesgando demasiado. Esto hará que se produzca un bucle del que no seremos capaces de salir pues cuanto más fallemos con el ritmo impuesto por nuestro rival más arriesgaremos intentando recuperar nuestro ritmo ideal y más fallaremos.
Para conseguir volver a nuestro juego en el que nos sentimos cómodos y con el que íbamos dominando en el marcador, además de mantener la concentración en todo momento, debemos de calmarnos, intentar jugar pelotas complicadas para nuestros rivales para poco a poco ir imprimiéndole velocidad a nuestros golpes hasta volver a retomar nuestra rutina. Pero sobre todo, teniendo en todo momento la paciencia necesaria para conseguirlo pues si nos desesperamos, nuestros rivales habrán conseguido su objetivo y será más fácil cometer errores innecesarios que nos pueden acabar costando el partido.
En definitiva, cuando tus rivales traten de sacarte del partido que tenías planteado a base de golpes lentos has de esforzarte por mantener la concentración y conservar la calma para no precipitarte tratando de recuperar tu ritmo con golpes demasiado arriesgados o potentes que se vayan directamente a la pared. Juega con tranquilidad y poco a poco ve acelerando tus golpes hasta recuperar el ritmo perdido. Recuerda que es vital que seas tú el que impongas el ritmo de juego que quieres.
Deja una respuesta