En el padel hay muchos factores importantes la hora de jugar que nos ayudarán a mejorar y, presumiblemente, a ganar los partidos. Hoy en Time2Padel queremos ofrecerte, además de increíbles ofertas de padel en palas de padel Varlion y otras muchas marcas de padel de máxima calidad, algunos consejos para mantener la paciencia en el padel y la importancia que esto tendrá en nuestros resultados.
La paciencia en el padel profesional
A todos los apasionados del padel les gusta disfrutar de los partidos de jugadores profesionales, acudir a los circuitos profesionales y disfrutar de una jornada del mejor padel. Un espectáculo de magia, técnica y velocidad para los aficionados del padel y que muchas veces queremos imitar a la hora de jugar nuestros partidos. Sin embargo, en el juego amateur estamos acostumbrados a un juego rápido con puntos que se resuelven en poco tiempo y esos puntacos que disfrutamos viendo en los profesionales con jugadas largas y devoluciones increíbles que se resuelven con alguna genialidad, en nuestro juego nos impacientan. La diferencia es que ellos llevan un largo recorrido, juegan numerosos torneos y entrenan a destajo, su técnica está más que depurada y tienen que centrarse también en otros aspectos que pueden llegar a ser igual de cruciales. Los profesionales son conscientes de que si se precipitan, pueden pagarlo caro.
La importancia de la paciencia en padel
Antes de jugar un partido de padel seguimos una serie de pasos enfocados a ganarlo, entrenamos concienzudamente, elegimos una pala de padel que se adapte nuestras necesidades, seleccionamos una pareja de padel con las que nos entendamos, nos preparamos psicológicamente… grandes preparativos con un único objetivo: desplegar en la pista nuestro mejor juego y ganar el partido. Y cuanto antes mejor.
Por eso en cuanto vemos que el juego se prolonga durante varios golpes, un continuo ir y venir de la pelota que nos va impacientando y generando cierta ansiedad. Pero, ¿qué prisa hay? En el padel no existe ninguna norma que nos obligue solucionar el juego en un número limitado de golpes, podemos hacerlo en uno pero también en treinta. Desde luego con mayor número de golpes conseguiremos que los aficionados disfruten de un juego más pausado y atractivo pero también nos puede ayudar a nosotros en distintos momentos del partido.
Que un juego se prolongue y nos impacientemos no hará sino empeorar los resultados. En estos casos lo mejor es, tras jugar algunos golpes rápidos, ralentizar el partido y jugar con calma para que la impaciencia no juegue en nuestra contra. Y es que si esto sucede nos podemos precipitar fallando algún golpe fácil o tomando una decisión equivocada. Imponiendo un juego lento conseguiremos pensar más los golpes, esperando al fallo del rival y sin preocuparnos por la prolongación del punto. Además, si nuestro rival no ha trabajado su impaciencia puede ser él el que cometa un fallo fruto de la ansiedad.
Para evitar que la impaciencia afecte a nuestro juego, y también a nuestro resultado, y que nos invadan esas ganas de finalizar el punto de una vez por todas, debemos de entrenar. Y es que en estos casos la práctica es fundamental pues si solo nos ha pasado un par de veces la ansiedad será mayor y no sabremos que hacer mientras que si estamos habituados a que de vez en cuando se desarrollen a lo largo del partido situaciones en las que la bola permanece en juego durante más tiempo del habitual no nos generará impaciencia y nos dispondremos a jugar más lento buscando el error rival. La paciencia ha de actuar de forma inversamente proporcional al tiempo que dure la jugada. Es decir, cuanto más tiempo esté la pelota en juego mayor será la calma con la que debemos de golpear la pelota para evitar despistes y conseguir que finalmente caiga a nuestro favor.