El padel, como cualquier otra práctica deportiva, obliga realizar una serie de esfuerzos físicos que debido a diversas causas pueden derivar en algún tipo de lesión o molestia. Siguiendo la línea de noticias relacionadas con las lesiones más habituales en padel, hoy en Time2Padel os vamos a hablar sobre las luxaciones de hombro, las más habituales en pade, y os contaremos qué son, a qué se pueden deber y cómo recuperarse lo antes posible
Aunque en los deportes de raqueta como el pádel existen lesiones o dolores en tobillos, espalda y rodillas, tienen una mayor incidencia las relacionadas con muñecas, codos y hombros fruto de un ejercicio de alta intensidad y repetitivo. En el último caso destaca la lesión del manguito rotador pero también las luxaciones. Una luxación de hombro se produce cuando la cabeza del húmero se desencaja por completo de la articulación salvo en caso de que este desencajamiento sea parcial, situación en la que hablaríamos de subluxación destacando en ambos casos un dolor agudo en la zona.
Consejos para intentar evitar una luxación de hombro
Aunque en muchas ocasiones las lesiones son fruto de accidentes y situaciones inevitables, existen otras causas que sí se pueden evitar si seguimos algunas recomendaciones sencillas y muy efectivas que además de reducir las posibilidades de sufrir alguna dolecnia, nos permitirán mejor nuestra capacidad física. Las luxaciones de hombro en padel suelen producirse al impactar la zona con fuerza contra alguna de las paredes de la pista pero también debemos tener en cuenta:
- Hacer ejercicio sin realizar un calentamiento previo adecuado puede derivar en la aparición de lesiones al someter nuestro cuerpo un esfuerzo repentino e intenso.
- De la misma forma, una vez finalizada la actividad debemos de estirar correctamente de forma que los músculos se relajen y evitar contracturas y otras posibles lesiones.
- Aunque a veces es inevitable, debemos de tener cuidado y no realizar movimientos o giros bruscos que fuercen a nuestro cuerpo.
- Tanto en el caso del hombro como del resto del cuerpo, debemos de fortalecer la zona con un ejercicio continuado y diario específico para la zona para aumentar así la masa muscular que podrá soportar mayor peso y esfuerzo.
- Debemos de tener en cuenta nuestras posibilidades realizando siempre un ejercicio acorde a nuestra forma física y edad para evitar un sobreesfuerzo muscular que pueda derivar en lesiones más graves.
Diagnóstico de la luxación de hombro
En el caso de las luxaciones de hombro existirá un dolor agudo, imposibilidad de mover el brazo y una deformación palpable en la zona. Tras la exploración inicial y tras haber diagnosticado la lesión, el primer paso que realizará el médico especialista será la recolocación del hombro. En los casos más graves este paso se realizará en quirófano y con aplicación de anestesia general. Una vez realizado este paso, el médico procederá a realizar una resonancia magnética que evalúe el alcance de la lesión para saber qué tratamiento deberá de aplicarse.
Tratamiento de la luxación de hombro
Una vez colocado el hombro se utilizará un cabestrillo para mantenerlo inmóvil durante tres semanas y evitar así posibles movimientos de la zona que empeoren el diagnóstico. Pasado este tiempo el paciente tendrá que realizar una serie de movimientos y ejercicios para fortalecer y rehabilitar la zona con la ayuda de un fisioterapeuta. En caso de luxaciones recidivantes, es decir que vuelven a producirse, es recomendable la cirugía usando técnicas para aportar mayor estabilidad a la articulación.
Evolución de la luxación de hombro
Tras el uso del cabestrillo y posterior rehabilitación, la evolución de esta lesión dependerá de la edad y esfuerzo que hagamos. Así mientras los más jóvenes que no hayan sido sometidos a cirugía tendrán más posibilidad de volver a sufrir esta dolencia al realizar un esfuerzo físico más fuerte durante su día a día, en los pacientes mayores no suele recidivar pero sí aparecerán con el tiempo molestias en el manguito rotador así como una limitación en el movimiento de la zona.