Nuestra mente puede ayudarnos a que la recuperación física se produzca con mayor celeridad por lo que es muy importante que pongamos especial atención en estos consejos. Concretamente las lesiones más comunes en el pádel son los esguinces; tanto de muñeca como de tobillo. Son lesiones a las que no damos demasiada importancia pero que, de no llevar a cabo el reposo y la inactividad inadecuadas, pueden convertirse en lesiones severas.
Lo más importante es que no pierdas la paciencia y confíes en tus médicos. Muchas veces queremos ser nuestros propios médicos pero esto nos puede pasar factura; nadie mejor que tú conoces tus limitaciones, pero no por ello debes confiarte y aventurarte a volver a practicar deporte sin previa recomendación de tu médico.
Es un tiempo difícil que debes aprovechar para descansar y cuidarte. Pasar más tiempo con tu familia y amigos y sobre todo déjate querer, tus seres queridos no son culpables de tu lesión, solo quieren ayudarte. Debes centrarte en el presente y visualizar imágenes positivas en tu mente, la mejor cura empieza por una sonrisa.
Y por último te recordamos que, en caso de esguince, no debes dudar en acudir al servicio de urgencias lo antes posible. Dependiendo de la gravedad de la lesión te inmovilizarán la zona de un modo u otro (con yeso o con un aparato ortopédico que impida la movilización de la zona). Además es muy importante que comiences lo antes posible con la terapia física, la rehabilitación temprana reduce al 50% las posibilidades de agravar la lesión. Solo en los casos más graves es necesario la cirugía, así que, si lo tratas bien es probable que todo se quede en una lesión leve.
Lo más importante es el ánimo y el reposo, reposo y más reposo. Sácale el lado positivo a la vida y verás como estás jugando de nuevo al pádel en un abrir y cerrar de ojos.