Tipos de jugadores y rivales en el padel

En el padel dejamos entrever nuestro carácter. De manera que tenemos lí­deres, jugadores que pasan desapercibidos a pesar de ser muy buenos… y otras múltiples posibilidades. Si quieres conocerlos a todos no te pierdas esta noticia, seguro que más de uno se siente identificado.

Tipos de jugadores y rivales en el padel

Con un único partido se puede identificar perfectamente a nuestros rivales, o a nuestro compañero si es la primera vez que jugamos con él. A continuación te exponemos los tipos de jugadores o rivales más comunes en el mundo del padel. Esperamos que te sientas identificado con alguno de ellos, si crees que se nos ha escapado alguno te agradecerí­amos que nos lo describieses en los comentarios.

“Don perfecto” este jugador se caracteriza por hacer, o creer que lo hace, todo bien. Nunca reconocerá que una mala jugada es culpa suya; siempre habrá una ráfaga de aire que le desví­a la jugada, un pájaro que le distrae o cualquier otro inconveniente. Durante el partido el siempre realiza las jugadas perfectas y lo reconocerás fácilmente porque su juego acostumbra a ir acompañado de frases como “no das una”, “hemos perdido por tu culpa”, “yo he jugado muy bien” … Su victima principal es su compañero, es quien lo sufre en cada partido porque acostumbra a no callarse ni debajo del agua y a exponer todo el tiempo su opinión sobre el partido y el resto de jugadores.

“El lí­der” este segundo jugador es una evolución del anterior. Ha aprendido que el también tiene la culpa de las derrotas y que no siempre se puede ganar, pero juega un papel de lí­der en todo momento. No lo puede evitar, le gusta dirigir a su compañero, y no lo hacen con sus rivales porque no puede, y siempre tendrá unas palabras motivadoras ante una derrota. Se comporta como un buen entrenador de fútbol y sus frases más comunes son “tu juega en la derecha y yo me quedo en la izquierda”, “hoy vamos a probar esta jugada”, “hemos jugado muy bien”… y cualquier otra que esté en imperativo o que motive a su compañero.

“El número uno” este jugador deberí­a estar en un nivel superior, jugar a la altura de los grandes profesionales, pero ahí­ está, en tu barrio o tu ciudad para impedir que marques un solo tanto. Se trata de un perfil de persona que juega al padel siempre que puede, sábados, domingos, festivos… y si puede escaparse algún dí­a por la semana también. En cada torneo o liguilla existente ahí­ está él, para demostrar que todas las bolas le vienen bien y que puede golpearla en cualquier circunstancia posible.

Le reconocerás fácilmente porque se exige mucho a si mismo y no contempla una derrota, la verdad es que pocas veces se ve obligado a hacerlo, se sabe el reglamento de la Federación Española de Padel mejor que su nombre y de vez en cuando le gusta alardear de ello. Además suele tener la pala más cara del mercado, aquella con la que juega su gran í­dolo del World Padel Tour.

“La nevera” este jugador es el polo opuesto al número uno. Es una nevera en los partidos, ni se mueve ni da una, pero le encanta el padel y no está dispuesto a renunciar a ello. Hay dos vertientes de este tipo de jugador, “el motivado” que aunque pierda absolutamente todos los partidos nunca pierde la sonrisa. A su compañero de juego le encantarí­a meterle un calcetí­n en la boca pero… se resiste a ello. O “el desmotivado” este jugador es totalmente consciente de que lo hace mal, si es tu compañero le reconocerás por frases como “soy un paquete”, “no doy una”, “deberí­as cambiar de compañero”.

Las mejores combinaciones para no sufrir jugando al padel son las siguientes: dos neveras, uno motivado y otro desmotivado, estos dos jugadores no avanzarán mucho pero se apoyarán mutuamente y ninguno sufrirá las malas jugadas del otro. Dos número uno o un lí­der y un número uno, estas dos combinaciones son letales y si los encuentras como rivales desearás mejorar tu juego como sea. Y, por último, un número uno con un don perfecto, al segundo no le quedará más remedio que reconocer que si han perdido el partido no ha sido por culpa de su compañero.

Muchas veces nos decantamos por jugar con nuestro mejor amigo y nos encontramos con que no formamos una buena pareja de padel. Son frecuentes las discusiones y, hasta incluso, el padel ha supuesto un enfriamiento de la amistad. Aunque son los casos más extremos te recomendamos que cambies de pareja, el deporte no deberí­a estar nunca por encima de las personas.